La última Encuesta Nacional de Salud y Nutrición de Medio Camino (ENSANUT MC 2016) reveló que el 72.5% de los adultos y 36.3% de los adolescentes mexicanos padecen de sobrepeso y obesidad en sus diferentes niveles, cifras que han aumentado de manera alarmante en las mujeres de todas edades desde el 2012, y se estima sigan creciendo en los próximos años; esto se debe principalmente a que existe un mayor acceso a alimentos procesados como las frituras y galletas, mientras que la actividad física es menor.
El sobrepeso y la obesidad son un serio problema de salud pública, e indudablemente para México se han convertido en un gran reto combatirlos a pesar de que el gobierno federal ha puesto a la disposición de la comunidad servicios de prevención y monitoreo de estas enfermedades.
Las afectaciones asociadas con la obesidad en mujeres van desde hongos en la piel hasta cáncer de mama, por esto es importante seguir un tratamiento para la obesidad adecuado según las características de cada persona. Conoce algunas de las consecuencias más comunes y letales entre las mujeres para prevenirlas y atenderlas:
Acantosis pigmentaria
Esta condición se presenta en ciertas zonas del cuerpo como oscurecimiento de la piel, principalmente en el cuello, codos, rodillas, axilas o ingles; esto es comúnmente confundido con la falta de aseo, pero la realidad es que es una señal preocupante de obesidad.
La acantosis pigmentaria se presenta en personas con trastornos metabólicos, con problemas de tiroides u obesidad, y sus organismos tienden a tener una resistencia a la insulina que resulta en manifestaciones cutáneas.
Repercusiones reproductivas
Desde la adolescencia las mujeres sufren de las consecuencias de la obesidad, como alteraciones menstruales, pubertad precoz, anovulación crónica, síndrome metabólico, síndrome de ovario poliquístico e infertilidad.
La resistencia a la insulina, un Índice de Masa Corporal (IMC) elevado y la grasa acumulada en la cintura y cadera son los principales factores en las repercusiones reproductivas; las mujeres que padecen de obesidad y se embarazan podrían tener embarazos complicados o abortos involuntarios.
Diabetes Mellitus tipo II
En México, el índice de diabetes en mujeres es mayor que los hombres (3.56 millones y 2.87 millones de personas, respectivamente), esto se debe a que están más expuestas a situaciones de estrés y tensión, lo que eleva los niveles de secreción de hormonas como el cortisol o la adrenalina, las que aumentan la concentración de azúcar en la sangre.
El consumo de alimentos ricos en azúcares provoca agotamiento en el páncreas, impidiendo que las células almacenen correctamente la glucosa como energía y derivando un exceso de azúcar en la sangre.
Cáncer de mama
El cáncer de mama es la primera causa de muerte en mujeres mexicanas de 35 a 44 años. Este padecimiento es resultado de distintos factores como la falta de actividad física, la herencia y la obesidad.
Una mujer con una circunferencia de la cadera y de la cintura más grande tiende a correr más riesgo de cáncer ya que su cuerpo está produciendo altas cantidades de estrógeno, el cual tiene una fuerte asociación con el cáncer de seno; las células grasas y adiposas también tienen efectos directos e indirectos con el crecimiento celular.
Imagen negativa
El sobrepeso y la obesidad no sólo tienen complicaciones físicas, pues las consecuencias psicológicas que tiene son severas. Lamentablemente existen diversos factores implicados en la baja autoestima en adolescentes y adultas con sobrepeso y obesidad, como los estándares de la moda, la presión social y la familia.
Esto orilla a las mujeres a sentirse inseguras con ciertas prendas de ropa, a no desinhibirse al tener relaciones sexuales, a rechazar una vida social y hasta llegar a creer que es el cuerpo que les tocó tener. Un asesoramiento psicológico es primordial para tratar esta condición de raíz y evitar los estancamientos emocionales y las depresiones.
El sobrepeso y la obesidad es una enfermedad que debe ser tratada a tiempo para evitar una mortal consecuencia; cambiar los hábitos alimenticios, hacer rutinas de ejercicios y hasta las operaciones para bajar de peso son algunas alternativas para combatir estos trastornos.