Los hábitos del sueño evolucionan según las necesidades que se tienen conforme una persona va creciendo, y se adaptan a las diversas exigencias que se pueden tener en estas diferentes edades. Por lo que cumplir con el ciclo completo de horas dedicadas al descanso influye en el correcto funcionamiento de un organismo, resultando en un mejor estado de salud.
Al no dormir como el cuerpo requiere empieza a tener reacciones con base en la falta de sueño, tales como la producción desbalanceada de hormonas, el consumo de alimentos altamente calóricos para tener energía y el sedentarismo, lo que resulta en aumento de peso y obesidad.
Grelina y leptina
La grelina y leptina son las hormonas que provocan el hambre y la saciedad, respectivamente. Si no existe un equilibrio saludable en el organismo, existe la posibilidad de que se produzcan más hormonas de grelina que de leptina, es decir, que el cuerpo sentirá más hambre por más tiempo y no será tan fácil satisfacerla.
Los principales responsables de esta alteración son los alimentos con un alto contenido en grasas saturadas y la falta de sueño. Cuando una persona no duerme las horas que a su edad debería, el organismo genera más hormonas que provocan hambre, ya que este se siente cansado y necesita recuperar energía que encontrará en la comida. Y al mismo tiempo, suprime las hormonas que controlan la saciedad. Si no se regulan las horas de sueño y se cae ante la tentación de recargar pilas por medio de comida, las consecuencias se verán reflejadas en un aumento de peso, que en ocasiones ya no se logra contrastar, a menos de que se implemente un tratamiento para la obesidad.
Alimentos con alto valor calórico
El organismo está programado para cumplir con un ciclo de horas para descansar, el cual es menor conforme una persona crece, un adulto debe de dormir entre siete y nueve horas al día, cuando este es menor el cuerpo empezará a exigir un sustituto a esas horas de sueño por medio de comida, consecuentemente se tiende a escoger alimentos altamente calóricos con la finalidad de tener un estímulo para despertar y seguir con sus actividades diarias.
Es importante saber que no sólo las galletas o los panqués serán la solución a la falta de energía, pues se puede tener una alimentación balanceada y esto ayudará a que el cuerpo compense el cansancio que tiene, sin aumentar de peso.
Sedentarismo
Al igual que el organismo pide comida como gasolina para seguir adelante durante el día, el cuerpo te comunicará que está muy cansado para llevar a cabo cualquier actividad física y que necesita recuperar el descanso que no logró conciliar durante la noche, así convirtiéndose en un ciclo vicioso.
Además, el sueño tiene un impacto reconstituyente sobre el organismo, regenerando tejidos cerebrales y físicos. Por lo tanto, si el descanso no es el adecuado la recuperación se verá afectada sobre el rendimiento físico. Cabe mencionar que, cada persona debe de llevar a cabo actividades según su tipo de cuerpo, por lo que es importante seguir un plan de ejercicios diseñado por algún especialista.
Es muy común no poner en perspectiva los riesgos que conlleva tener un mal descanso, pues por lo general se resuelve con una taza de café o un chocolate, sin considerar que esto podría llegar a consecuencias como la obesidad mórbida, y hasta un accidente vial. Asegúrate de hacer un poco de ejercicio todos los días, tener una alimentación balanceada y dejar el celular a un lado antes de irte a dormir, ¡pronto notarás los cambios en tu cuerpo y estado de ánimo!